Pues que me voy al parque a fotografiar el eclipse, bien preparado, con la Canon dispuesta y mis gafotas de sol impenetrables a los rayos dañinos, y que na, que ni eclipse ni hostias, que esto es Bilbao, oiga, y aquí toca nube, como casi siempre. Mecachis.
Al menos me doy un paseo agradable y caigo en la cuenta de algo que me gusta de esta ciudad, que casi desde cualquier sitio, miras y ves verde, y ves monte o campo. Eso vale mucho.
Y también, en estos primeros días de primavera, se ven cosas como esta y esta:
Algo es algo.