Mi señora va y se atreve
a sacarme en un retrato
donde ejerzo sin recato
mi vocación de percebe.
Mientras que ella, como ves,
necesitaba de todo
para leer de este modo
remojándose los pies.
Como Linda se relaje
debajo de unos matojos
necesitarás cuatro ojos…
para ver su camuflaje.
Pero qué sitio tan guapo,
al ir a la recepción
has de prestar atención
para no pisar al sapo.
Qué cielo tan lindo, tú,
sólo le falta un querube
asomando de la nube
¡Si parece Honolulú!
En el desierto arenal
de una playita remota,
puesto así como la sota
pues… no quedo nada mal.
De cuanto la vista abarca
cuando sube la marea
no es posible que se vea
más que allá lejos la barca.
Tan delgados, tan morenos,
tan guapos y de buen ver
ya pensamos en volver:
¡Venga, que ya falta menos!
Desde luego que volvereMOS, es más ya estoy deseando que llegue el día.
Si alguna vez alguien pasa por allí, puede dejarnos un café pagado con decir que es para los dueños de Linda será suficiente.
¡que bien lo hemos pasado!
Espero que al menos a un café nos inviteis en Bilbao, que lo mismo nos acercamos, hermosos. Ya os contamos.
Espléndidos ripios. el mejor, el primero.
si es que tienes un salero pa las rimas…estremézcome