En memoria de Manuel Serrano García, guardia urbano, que lo contaba mejor y con menos palabras.
El duro sol se estrella sobre las boinas de dos viejos sentados a la puerta del casino del pueblo. Boinas caladas hasta los ojos, chaquetas de pana, camisas blancas abotonadas en el cuello, alpargatas de cáñamo, teces curtidas y renegridas, barbas mal afeitadas, manos huesudas sosteniéndose en sendas gayatas de boj. Uno saca el Celtas, otro el yesquero de mecha y fuman con la mirada negra y acerada perdida en un horizonte salpicado de carrascas y parches de trigo. Zumba un tábano. Cruza la calle una mujer con un cántaro en la cadera. Pasa un rato. Y un perro.
Uno de los dos levanta apenas la vista y mira al cielo:
-Pues mañana pue ser que llueva… y pue ser que no llueva.
-¡No quia Dios!
Oz hace trampas jugando al tetris…. jajajjaj cuando su mujer se vá a trabajar de madrugada, este que escribe se levanta y modifica el tetris, en dos palabras IN CREIBLE…. ¿SERÁ PARA ESO QUE SE HA PUESTO GAFAS?
AQUI PUEDES VENGARTE
Si es que mi yaye era mucho yaye
que relato pampeano ha salido…
saludos miles.
LLoviese o no… la que cayó
No hay nada como una buena conversacion .
Genial. Muy bueno lo de «Pasa un rato. Y un perro».