Intrusivo jazmí­n


esa sonrisa que falta en el retrato
del jardí­n invernal que aún espera
llegó con el jazmí­n que en primavera
nos sorprende en tí­mido arrebato
intruso azul en pardos resaltando
por qué otra vez golpeas a mi puerta
despertando de entre la turba muerta
y del sueño de invierno despertando
por qué otra vez me dices que ya vienes
y que traes contigo tanto dí­a
tanto sol tanta luz tanta alegrí­a
y tanto palpitar para mis sienes
para qué despertar si ya soñaba
para qué despertar si ya en el lecho
tení­a el hueco de mi cuerpo hecho
a qué desenterrar lo que olvidaba
dónde jazmí­n escondes tan pequeño
el sobrevuelo de las mariposas
en qué pétalo están las olorosas
mañanas tibias del abril risueño
dime que no hallaré en esos aromas
la fragancia sutil que hubo en su pelo
ni volarán airosas con el vuelo
que mostró su melena las palomas
que no serán tus verdes como aquellos
ojos que una vez miré arrobado
que no tendrá la luna sobre el prado
ni su blando fulgor ni sus destellos
que el murmullo del viento en la enramada
no me dirá las cosas que ella dijo
ni sonarán tus gotas con el fijo
gracioso taconeo con que andaba
mas si en la primavera que pronuncias
con la sí­laba azul de los jazmines
anuncias un renuevo de jardines
y un inicio total es lo que anuncias
me dejaré llevar de tu bonanza
abriré tan gozoso mis balcones
a ver si se me llena de gorriones
el confiado pecho y de esperanza
que quiero ser como el jazmí­n que brota
í­ntegro y desnudo del invierno
renacido a la luz un niño eterno
sin el doliente ayer ni el alma rota
Tomás Galindo ®

4 respuestas a «Intrusivo jazmí­n»

  1. Sí­, sí­, loca, dale, vos seguí­ jodiendo, pero luego te quejás si te llaman engrupida.

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