Me pregunto si las cebras,
desde el morro hasta las ancas,
son blancas a rayas negras
o negras a rayas blancas.
Tomás Galindo
Tres poemas clásicos (I)
Me lo dijeron ayé
la lengua de doble filo
que te peíste hase un me
en la boda de tu primo.
Otro se habría extrañao,
yo, me quedé tan tranquilo,
porque es que yo te conosco
dende que éramos shiquillo
y compartiendo pupitre
supe de tu malo hábito.
Recuerdo la ve primera,
que me cogió de improviso,
era en mitá de un dictao
y me vino un airesillo
como a col y arcantarilla,
como a muerto y a podrío,
como a cuadra y a corrá,
que casi pierdo er sentío; Continuar leyendo «Tres poemas clásicos (I)»
Tres poemas clásicos (II)
Y yo me la llevé al huerto
creyendo que era mozuela,
y resultó que tenía
un cipote entre las piernas.
Fue un viernes de botellón
y casi por compromiso
Yo le había echao el ojo
al escote y al culito
que de las mujeres es
lo primero en que me fijo,
como todos, auque luego
no lo digan, yo lo digo.
Qué guapa, qué piernas, qué
tipazo y qué palmito
qué estatura sin tacones,
qué ojazos y qué morrito.
Vamos, que me hizo tilín
¡Y tolón tolón me hizo! Continuar leyendo «Tres poemas clásicos (II)»
Tres poemas clásicos (III)
https://youtu.be/8_hU71hZb5s
Del salón en el ángulo oscuro,
de su dueña tal vez olvidada,
silenciosa y cubierta de polvo
estaba la plancha.
¡Cuántas camisas que da pena verlas,
y los pantalones que no tienen raya!
¡Cúantas sábanas hechas un gurruño
habrás vuelto a poner en la cama!
¡Ay! Pensé, cuántas veces la arruga
me has dicho que es bella. Me engañas.
Cualquier día te pego un berrido
y un ¡Coño, levántate y plancha!
Tomás Galindo ©