sueño con dinero
hay que joderse
dinero
dinero plata money argent valuta
dinero que disuelve penitas
como azucarillos amargos
dinero que levanta cuerpos marchitos
que construye casas de serial televisivo
que maneja coches de escándalo
que besa a mujeres de desorbitar ojos
que azota venganzas árabes
dinero que agrega hojas al calendario
no digan que no
si no conocen determinados establecimientos
dinero que pega pelos a las calvas
dinero que hace amigos
que podrán ser interesados
y quién no
pero también interesantes
dinero que enamora
ustedes ya me entienden
pero debe ser tan dulce desavisarse
ah dinero dinero
es el sueño más socorrido
pero yo prefería cuando era chico
y soñaba simplemente con ser supermán
Tomás Galindo ®
Intrusivo jazmín
esa sonrisa que falta en el retrato
del jardín invernal que aún espera
llegó con el jazmín que en primavera
nos sorprende en tímido arrebato
intruso azul en pardos resaltando
por qué otra vez golpeas a mi puerta
despertando de entre la turba muerta
y del sueño de invierno despertando
por qué otra vez me dices que ya vienes
y que traes contigo tanto día
tanto sol tanta luz tanta alegría
y tanto palpitar para mis sienes
para qué despertar si ya soñaba
para qué despertar si ya en el lecho
tenía el hueco de mi cuerpo hecho
a qué desenterrar lo que olvidaba
dónde jazmín escondes tan pequeño
el sobrevuelo de las mariposas
en qué pétalo están las olorosas
mañanas tibias del abril risueño
dime que no hallaré en esos aromas
la fragancia sutil que hubo en su pelo
ni volarán airosas con el vuelo
que mostró su melena las palomas
que no serán tus verdes como aquellos
ojos que una vez miré arrobado
que no tendrá la luna sobre el prado
ni su blando fulgor ni sus destellos
que el murmullo del viento en la enramada
no me dirá las cosas que ella dijo
ni sonarán tus gotas con el fijo
gracioso taconeo con que andaba
mas si en la primavera que pronuncias
con la sílaba azul de los jazmines
anuncias un renuevo de jardines
y un inicio total es lo que anuncias
me dejaré llevar de tu bonanza
abriré tan gozoso mis balcones
a ver si se me llena de gorriones
el confiado pecho y de esperanza
que quiero ser como el jazmín que brota
íntegro y desnudo del invierno
renacido a la luz un niño eterno
sin el doliente ayer ni el alma rota
Tomás Galindo ®
Mecagüen el aicu
Los aicus y la madre que los trujo. No sé cómo fue que vinieron al habla hispana, pero muy bien podían haber seguido hechos ideogramas y pasitos de lagartija entintada, aquí, en español, no pintan nada. Coño. Y es que ni el idioma tiene que ver con el nuestro, ni los nipones piensan de la misma forma; nuestra manera de ser necesita otro tipo de expresión, otro color, otro aire. El aicu vino a las letras hispanas desde el idioma inglés, donde encontró buen acomodo en su pronunciación tan onomatopéyica de las cosas. Pero nosotros hablamos una lengua romance, una lengua hecha al susurro, a la dulzura, a la exposición cognitiva de la imagen. ¿Qué fue de los típicos aleluyas, pareados, tréboles, seguiriyas, coplas, jotas, redondillas, quintillas, serventesios, cuartetas… ¿Vamos a pensar que lo nuestro es malo porque ¡igual lo puedes oír cantado en una copla!? ¡Horror! Hay que ser moderno al precio que sea y dejar lo bueno porque se ha quedado pasado de moda para estar a la onda, a una onda que nos es ajena. No, ahora la gilipollez esa de cinco, siete y cinco sílabas, que en japonés quedará macanudo, pero en español como el culo. Eso sí, no me extraña que triunfe, que arrase, claro… ¿quién no sabe componer un aicu? Un soneto, un romance… caray, pero ¿a quién puedes decirle que ese aicu que ha escrito es malo? ¡Es que tú no entiendes de poesía! -Te dirán. Cualquier tontería tiene patente de corso si uno la disfraza de aicu. (Por cierto, los japoneses tienen un dicho que dice que no hay aicu ni gueisa sin belleza, pero que unos cuestan más dinero que otros. ¿lo pescas?)
Será verdad el amor
cuando pasa tanta gente
de dos en dos.
Por el cielo,
chico el pájaro,
grande el vuelo.
(Isabel Escudero)
Tu calle ya no es tu calle,
que es una calle cualquiera,
camino de cualquier parte.
(Manuel Machado)
Cuando se murió el canario
puse en la jaula un limón.
Soy un caso extraordinario
de imaginación.
(Francisco Vighi)
No la toques más
que así es la rosa.
(J.R. Jiménez)
Sólo después de la boda
advirtió que era otro modo
de seguir estando sola.
(Ezequiel Martínez Estrada)
Lo mejor del carnaval
es que te pones tu rostro
y nadie lo va a notar.
(Mario Benedetti)
Despierto y como no estás
No me suena el mundo a mundo.
Nunca a solas hay compás.
(Jorge Guillén)
apenas poesía
apenas poesía lo bastante
para no descarnar del todo el esqueleto
echarle azuquítar al cinismo
enjuagar la amargura al pensamiento
apenas poesía solamente
para abrirle ventanas al silencio
que penetren los trinos las campanas
librándonos de este sopor inmenso
apenas poesía la que impida
que se nos apolillen los recuerdos
e inútilmente busquemos en mil fotos
la risa infantil la gracia de un gesto
apenas poesía mientras tanto
algún chiflado hace el descubrimiento
de la vacuna contra el amor
y acaban de capar el sentimiento
apenas poesía mensajera
que lleve al relojero de los sueños
en un papel de plata los resortes
que lograban antaño conmovernos
apenas poesía simplemente
evitar que nos coja el amor en cueros
y nos quedemos mudos intentando
recordar cómo decir te quiero
apenas poesía por si acaso
las vacas siguen enflaqueciendo
y este amor en adobo nos mantiene
la solitaria del desasosiego
apenas poesía como para
desasirnos de tanto clavo ardiendo
Tomás Galindo ®
Ya es primavera en el Cortinglés (Poemas en oferta)
Viene la primavera, mariposas,
vuelven las golondrinas,
nacen flores,
arrullan con sordina
los amores,
…y todas esas cosas.
Oh, la primavera, la sangre bulle.
(cualquier locura se le atribuye)
A los chicos les sale tanto grano…
Las chicas anticipan el verano
yertas de frío por ahí las ves,
tomando el sol de abril en una playa
y limpiándose los mocos con la toalla,
por culpa del Corte Inglés.
Viene la primavera. Todo pía,
trina, arrulla, suena, canta.
pese a la amenaza de la gota fría
y lo que es peor: semana santa.
Primavera, qué desbarajuste
Primavera, qué batiburrillo.
Si hay una estación que no me guste,
si el clima puede ser un embuste,
si tienes que vestir un mercadillo
de jerseises, blusas, bañador,
katiuskas, sandalias, chubasquero,
bufandas, calcetines y sombrero,
gafas de sol, visera, y bronceador.
Otro efecto secundario
de este mal del calendario:
cuánto ripio se compone.
Hay un brotar de poetas
que salen como las setas
desde todos los rincones.
Y todos loan a mayo,
y todos cantan a abril.
¡Pero qué gente más gil,
ojalá les parta un rayo!
Y luego los tortolitos
y claro, sus tortolitas,
que van haciendo manitas,
besándose los morritos,
siempre haciéndose arrumacos
y qué bonito es amar…
…y te seré siempre fiel…
¡a quién quieren engañar!
¡Salidos como verracos!
A ellas se les licua el
Que el amor primaveral
igual que una granizada
mete ruido, te hace mal
y luego se queda en nada.
¿La primavera es hermosa?
¡La primavera es un asco!
Y al que me diga otra cosa…
os prometo que le casco.
Tomás Galindo ®