Escúchalo aquí:
Adoro la forma en que te ríes, el modo en que a veces me riñes…
El bolero, ah, el bolero…
el amor está en los boleros,
está allí, no escondido,
no agazapado tras los acordes,
sino explícito, evidente, gritador.
El amor está en el principio y el final del bolero y es casi el único pretexto de su existencia.
Voy a perder la cabeza por tu amor…
El amor en el bolero es tremendo,
bestial,
es un amor que arrasa con todo,
que no se para en minucias,
que hace tabla rasa,
es un amor para toda la vida,
es un amor abrasador,
desgarrado,
calcinante.
El amor está en los boleros.
El amor y su derivados, la ilusión, el ensueño, el placer, el desamor, el odio, el rencor, el olvido.
Te olvidaré, te olvidaré, aunque me acabe en un eterno recordar…
El amor está en el bolero hecho una furia.
El amor está en el bolero sentado en el porche de una tarde caribeña.
Porque el bolero es canción que viene de las américas,
de las muchas, inacabables, distintas américas.
De todas las américas donde pesa la noche como un plomo
y es azul y eléctrica y tiene vagos y lejanos sonidos de piano, de trompeta, de violín.
Ojos negros, piel canela, que me llegan a desesperar
El bolero está en la esquina de todas las pasiones,
en la cadera de todas las mulatas,
en la boca de todos los criollos con el alma dolorida y la piel morena.
Esos ojazos negros de un raro fulgor…
El bolero está en la cintura,
en esa cintura tan bien cinchada de la mujer ecuatorial,
en esa cintura asombro de Galileo que parece quieta… pero se mueve.
En esa cintura que imprime al aire el mismo contoneo que el sonido,
la misma onda que la voz del bolero.
Cuando bailando los dos haces tu cuerpo vibrar…
En el bolero están las noches pobladas de estrellas y de olor a café, a piña y a papaya.
El bolero está en las alcobas con las ventanas abiertas al caribe de plateadas olas.
El bolero está en las calles coloridas y despreocupadas de la mitad del planeta.
Mirando al mar soñé que estabas junto a mí…
El amor está en los boleros,
un día creces y lo descubres,
ves que esa alegría o esa pena se ajusta perfectamente,
se ciñe sin que le tiren las sisas,
a lo que cuenta un bolero.
Hay boleros a la medida de uno,
porque el bolero es una canción a medida,
y uno tiene la suya.
No es alg prêt à porter, hay uno para ti.
Cachito, cachito, cachito mío, pedazo de cielo que dios me dio…
El amor está en los boleros,
es el emisario del calor,
que nos trae desde el otro lado del océano los sentimientos de una gente afín…
y tan distinta,
de una forma de ser más leve y más profunda.
Se vive solamente una vez, hay que aprender a vivir…
El bolero, como el amor, no te deja indiferente,
puede emocionarte o herirte o disgustarte o repelerte, pero hará mella en ti.
Me deja una herida, una herida de amor que nadie mitiga…
El bolero forma parte de la memoria infantil,
es algo que oímos desde niños,
tomando un tazón de leche en la cocina ya sonaba en la vieja radio.
El bolero es canción de tías y de hermanas,
como la copla lo era de criaditas y sirvientas y vecinas;
el bolero lo canta la tía soltera planchando su vestido en enaguas;
el bolero lo canta la hermana mayor que va a ir al baile con alguien que no es del agrado de la familia;
el bolero se le escapa a veces a la propia madre
con la boca llena de alfileres y el pensamiento en otra parte.
El bolero es canción de mucho soñar,
de otras vidas, de otros mundos, de otras gentes.
El bolero puebla las fantasías de la casadita desgraciada,
y los miedos del muchacho que tiene esa novia tan guapa y de tan mal sujetar.
Puede que juegues conmigo, y a mí qué me importa…
El amor está en el bolero
y uno no sabe si quisiera hacer de su vida un bolero,
o acabar de vivirla en paz.
Uno no sabría elegir entre el abrasador bolero que te deja una marca indeleble,
y la venial nada.
Uno querría llegar al fin de sus días y poder decir que ha amado y ha sido amado
y estas son las cicatrices que lo atestiguan y este bolero que suena es el que lo cuenta.
Porque la culpa siempre está en algún bolero.
Si pudiera expresarte cómo es de inmenso en el fondo de mi corazón mi amor por ti….