Punto de lectura

Sólo es una preguntita, ya diré el por qué de la misma un dí­a de estos, pero ¿tú que utilizas para saber por qué página de un libro vas cuando lo cierrras? ¿Usas un bonito punto de lectura? ¿Doblas la esquinita de la hoja? ¿Metes entre las páginas un papel? Los hay que usan el propio forro del libro, sacando la solapa y metiéndolo entre las hojas. Los hay que dejan el libro abierto boca abajo, como si tal cosa. Otros ponen el bolí­grafo, una horquilla, o la hoja de propaganda que nos ha buzoneado el restaurante «La Glan Mulalla».
¿Y tú?

Zen

Estaba el maestro zen Marsupilami Brhamalapancha oyendo el piar de los pájaros,
a la sombra de una morera y meditando sobre la vida tras de la vida.
Entonces miró hacia arriba y divisó unos gusanos de seda alimentándose de las hojas de la morera.
El maestro bendijo al gusano de seda con estas palabras:
Oh, tú, el más humilde de los hermanos vivos.
Tú que en tu mansedumbre contienes el misterio de la belleza.
Tú que mueres para darnos las finas sedas de colores con las que cubirnos y adornar nuestros cuerpos.
Tú, humide gusano, eres en realidad nuestro maestro, ya que trabajas para que otros se beneficien de tu muerte.
En esto que uno de esos gusanos cayó sobre el cuenco de arroz bashmati con verduras que estaba comiendo,
y el maestro zen Marsupilami Brhamalapancha exclamó
¡Mecagüen la madre que te parió, bicho de mierda, que me has jodido la comida! Y se fue a un MacDonalds.

Moraleja, no te fí­es de los filósofos, que algunos tienen un cuajo…
FhilosophOz.
Tomás Galindo ©

La solución a la crisis energética

Menos mal que algunos pensamos con la cabecita y hallamos soluciones originales para mayúsculos problemas, como el del enunciado, la lástima es que los gobiernos no me vayan a oí­r, porque están comprados por las multinacionales de la cosa petrolera. O sea: no me van a hacer caso, porque oí­rme, vaya si me van a oí­r…
Pues que tengo el método para ahorrar entre un 20 y un 30% de nuestra factura del gas y la electricidad, y no sólo eso, sino que además ese ahorro llevarí­a añadido el beneficio de una ganancia en la salud de los españoles ¡todo son ventajas!
Tanta gente que va a gimnasios de fitness, tantos que pedalean en bicis estáticas en casa, tantos de corren o pasean por cintas en su saloncito… ¡y toda esa energí­a se desperdicia! No, eso no puede ser, la sociedad no puede permanecer impasible, en estos tiempos agitados, ante tamaño desperdicio de calorí­as.
Mi propuesta es dotar a todos esos aparatos de correr, de bicicletear, de levantar pesas, de hacer abdominales, de unas simples correas tractoras que impulsen dinamos en sus edificios y vayan acumulando energí­a eléctrica. Con muy poca inversión, y una tecnologí­a que está hace tiempo a nuestra disposición ganarí­amos ingentes cantidades de kilowatios y, encima, con un efecto beneficioso sobre nuestra salud.
¡A qué esperamos! Yo me voy a poner ya mismo una cinta de caminar para enchufar la máquina de afeitar, el exprimidor y la tele.
Lo siguiente será ir a lugares como cuarteles, cárceles, conventos, internados y otros donde haya dormitorios comunales y poner un recogedor de metano. Por lo mismo.

Manifestación antitaurina en Bilbao

Frente al Museo Guggenheim ha tenido lugar una manifestación antitaurina del grupo «Equanimal», un grupo muy activo en defensa de los derechos de los animales, contra su explotación por métodos inhumanos. Lo cierto es que ha sido un acto muy vistoso y emotivo que ha despertado las simpatí­as de todos los que lo hemos presenciado. Habrá que echar una mano a esta gente ¿no?
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