temprano te iré a buscar
vereda de las acacias
el aire oliendo a jazmines
las golondrinas tan altas
un rumor de agua que corre
irá refrescando el alba
ligero andaré el camino
que me lleva hasta tu casa
te encontraré en el jardín
tendiendo la ropa blanca
con los brazos levantados
y recogida la falda
irás desplegando al aire
lo íntimo de la sábana
que te envolvió por la noche
con tu marido en la cama
te daré los buenos días
con una sonrisa ancha
igual que si no estuviera
recibiendo puñaladas
y seguiré mi camino
cantando como si nada
y tú tenderás la ropa
entre geranios y parras
clavelinas y verbenas
limoneros y albahacas
Tomás Galindo ©