Llegó la navidad

Llegó la navidad y todo el mundo es bueno.
Llegó la navidad y erradicó el veneno.
Llegó la navidad y las penas se van
conforme uno descorcha botellas de champán.
Llegó la navidad y el lobo se hace oveja
con cada campanada que suena en nochevieja.
Nos pondrán en la tele galas y maratones,
donde dan los banqueros limosnas de millones
(en el fondo son buenos, la gente piensa mal
si cree que sólo buscan desgravación fiscal)
Se van de vacaciones todos los asesinos,
y retraen sus garras los astutos felinos.
Llegó la navidad y ya todos jugamos
a lo que nunca dejan de jugar los amos.
Llegó la navidad que a todo el mundo iguala.
En la recámara duerme como un niño la bala.
Llegó la navidad, las buenas intenciones
brotan como las setas por todos los rincones.
Perderemos la paga, la salud y la piel,
en las fauces hambrientas de algún Papá Noel.
Iremos en familia a la misa de gallo
(habrá que ir al asilo para sacar al yayo)
Les llevarán los reyes a los niños hambrientos,
muñecas, pelotones y libritos de cuentos;
el ruido de sus tripas sonará a villancico
y hará que se conmueva en su mansión el rico,
y tras sentir gran pena por el que nada tiene,
se hinchará de turrón… y hasta el año que viene.
Tomás Galindo ®

consideraciones un tanto cí­nicas sobre la revolución y la forma de ganarla -digo- la revolusión


los fotógrafos saben
que a la revolución no hay forma de cogerla
en un ángulo bueno
cuando no sale movida o desenfocada
tiene duros contrastes
o demasiadas sombras
no se aprecia bien si los muertos cayeron gloriosos
o si cayeron simplemente
ni si aquello de allí­ es un paquete de ropa
o un paquete intestinal
si uno casualmente saca una imagen clara
lo que sí­ se ve
es que a la revolución le sobran moscas
y le faltan asesores de imagen
y sobre todo coordinadores
alguien que cuide de que los niños vagabundos
inhalen pegamento de marca conocida
y de que los campesinos muertos en la aldea
estén distribuí­dos en un desorden armónico
que las cámaras no enfoquen a los que más aflojaron la vejiga
y que el cadáver al que se le levantó la falda por encima de la cintura
corresponda a la india más linda
tampoco estarí­a de más que a los milicos entrevistados
les maquillaran hasta semejar personas
que también dan reportajes a la hora de la comida
la revolución es un producto delicado
que precisa un marketing eficaz
los guerrilleros han de ser indios o llevar barbas
las guerrilleras han de llevar los gordezuelos brazos desnudos
y por dios que no se vea a nadie sin su machete
a la puerta de ranchitos chozas y favelas
ha de haber una lata con flores
los niños desnudos hasta los diez años
a partir de esa edad las niñas irán de harapito
y los niños pueden ir en bañador
los curas acogidos a la teologí­a de la liberación
llevarán la camisa por fuera
y los que no serán gordos
los terratenientes gastarán patillas
y barriga que desborde el pantalón
y sudarán
los sicarios da igual cómo sean
porque no van a salir
cuanto más brutos sean los soldados
llevarán las viseras más largas
se procurará que las mujeres lloren juntas
que si llora una sola impresiona más
las declaraciones de torturas en los juicios
que no toquen temas sexuales
y los jueces que parezcan dignos
o por lo menos que haya alguno joven
como para ganar
conviene dar la impresión de que se va ganando
mejor no sacar los atentados contra multinacionales
y el ratito que les hacen perder
hay que insistir mucho eso sí­ en la opresión la corrupción y la mordida
engendradoras de un desequilibrio a nuestros ojos antiestético
que afea mucho al trópico
y pone la puna la selva el altiplano
perdidos de basura y gallinazos
y su vacuna que es la democracia
que tapa grietas y encala paredes
destacar la riqueza sobre la que moran los miserables
en la desproporción existente
entre lo que roban los poderosos de allá
y lo que roban los de aquí­
y los medios de que se valen aquéllos
mucho más elementales
que no salga una masacre
si no va acompañada de un buen concepto
y de dos o tres verdades como puños
aquí­ se puede sacar a un jesuí­ta
la revolución se acabará ganando con el mando a distancia
cuando los consumidores boicoteen
el ní­quel extraí­do a mano de esclavo
cuando a la hora de repartir los dividendos
se vean la sangre las ví­sceras los huesos y las calaveras
en el otro platillo
y no haya ventanas capaces de airear
el consejo de administración
cuando el almí­bar de la lata de piña
sepa a lágrimas
y la salsa el merengue y la samba entristezcan
parece ser que aquí­ se empieza a querer
que de una vez ganen la revolución
aunque sólo sea para tranquilizar nuestras conciencias
para ahorrarnos los detalles desagradables
porque no nos engañemos
nuestros hermanos de américa
hacen la revolución
la revolusión
contra nosotros
Tomás Galindo ®

matrimonio


a ella le gustaba bailar
pero yo tengo los pies de buzo
ginger y frankenstein no hací­an buena pareja
así­ que mientras yo me quedé
a ella los pies se la llevaron de mí­ al sol
de donde nunca habrí­a vuelto
y seguirí­a levantando los brazos
sacudiendo las caderas
poniendo en blanco los ojos
en medio del mambo
con la melena llena de corcheas
cruce de gitana mulata y batidora
estaba tan hermosa que a veces me da pena
haberle metido una bala en las rodillas
ahora somos muy felices
Tomás Galindo ®

Bolero

Escúchalo aquí:


Adoro la forma en que te rí­es, el modo en que a veces me riñes…
El bolero, ah, el bolero…
el amor está en los boleros,
está allí­, no escondido,
no agazapado tras los acordes,
sino explí­cito, evidente, gritador.
El amor está en el principio y el final del bolero y es casi el único pretexto de su existencia.
Voy a perder la cabeza por tu amor…
El amor en el bolero es tremendo,
bestial,
es un amor que arrasa con todo,
que no se para en minucias,
que hace tabla rasa,
es un amor para toda la vida,
es un amor abrasador,
desgarrado,
calcinante.
El amor está en los boleros.
El amor y su derivados, la ilusión, el ensueño, el placer, el desamor, el odio, el rencor, el olvido.
Te olvidaré, te olvidaré, aunque me acabe en un eterno recordar…
El amor está en el bolero hecho una furia.
El amor está en el bolero sentado en el porche de una tarde caribeña.
Porque el bolero es canción que viene de las américas,
de las muchas, inacabables, distintas américas.
De todas las américas donde pesa la noche como un plomo
y es azul y eléctrica y tiene vagos y lejanos sonidos de piano, de trompeta, de violí­n.
Ojos negros, piel canela, que me llegan a desesperar
El bolero está en la esquina de todas las pasiones,
en la cadera de todas las mulatas,
en la boca de todos los criollos con el alma dolorida y la piel morena.
Esos ojazos negros de un raro fulgor…
El bolero está en la cintura,
en esa cintura tan bien cinchada de la mujer ecuatorial,
en esa cintura asombro de Galileo que parece quieta… pero se mueve.
En esa cintura que imprime al aire el mismo contoneo que el sonido,
la misma onda que la voz del bolero.
Cuando bailando los dos haces tu cuerpo vibrar…
En el bolero están las noches pobladas de estrellas y de olor a café, a piña y a papaya.
El bolero está en las alcobas con las ventanas abiertas al caribe de plateadas olas.
El bolero está en las calles coloridas y despreocupadas de la mitad del planeta.
Mirando al mar soñé que estabas junto a mí­…
El amor está en los boleros,
un dí­a creces y lo descubres,
ves que esa alegrí­a o esa pena se ajusta perfectamente,
se ciñe sin que le tiren las sisas,
a lo que cuenta un bolero.
Hay boleros a la medida de uno,
porque el bolero es una canción a medida,
y uno tiene la suya.
No es alg prêt à  porter, hay uno para ti.
Cachito, cachito, cachito mí­o, pedazo de cielo que dios me dio…
El amor está en los boleros,
es el emisario del calor,
que nos trae desde el otro lado del océano los sentimientos de una gente afí­n…
y tan distinta,
de una forma de ser más leve y más profunda.
Se vive solamente una vez, hay que aprender a vivir…
El bolero, como el amor, no te deja indiferente,
puede emocionarte o herirte o disgustarte o repelerte, pero hará mella en ti.
Me deja una herida, una herida de amor que nadie mitiga…
El bolero forma parte de la memoria infantil,
es algo que oí­mos desde niños,
tomando un tazón de leche en la cocina ya sonaba en la vieja radio.
El bolero es canción de tí­as y de hermanas,
como la copla lo era de criaditas y sirvientas y vecinas;
el bolero lo canta la tí­a soltera planchando su vestido en enaguas;
el bolero lo canta la hermana mayor que va a ir al baile con alguien que no es del agrado de la familia;
el bolero se le escapa a veces a la propia madre
con la boca llena de alfileres y el pensamiento en otra parte.
El bolero es canción de mucho soñar,
de otras vidas, de otros mundos, de otras gentes.
El bolero puebla las fantasí­as de la casadita desgraciada,
y los miedos del muchacho que tiene esa novia tan guapa y de tan mal sujetar.
Puede que juegues conmigo, y a mí­ qué me importa…
El amor está en el bolero
y uno no sabe si quisiera hacer de su vida un bolero,
o acabar de vivirla en paz.
Uno no sabrí­a elegir entre el abrasador bolero que te deja una marca indeleble,
y la venial nada.
Uno querrí­a llegar al fin de sus dí­as y poder decir que ha amado y ha sido amado
y estas son las cicatrices que lo atestiguan y este bolero que suena es el que lo cuenta.
Porque la culpa siempre está en algún bolero.
Si pudiera expresarte cómo es de inmenso en el fondo de mi corazón mi amor por ti….

Vidamascope

(Cha-cha-chá)
La vida
es más fácil en el cine que en la vida.
Quisiera
pedirle algún cambio al guionista.
No pido
que le den un óscar a la mí­a.
Pero qué tal
si consiguiera un buen final
Yo quiero mi vida
en technicolor.
Ser protagonista
del mejor guión.
La dureza de Humprey.
La ternura de Dean.
La soltura de Tony
La prestancia de Sean.
La elegancia de Cary.
Y la cara de Flynn.
La estatura de Gary.
Y el hoyito de Kirk.
Que empiece
con la niñez de Shirley Temple.
No, qué cosas
con la familia de Alberto Closas.
La escuela
donde enseñaba mí­ster Chips
Y nunc11
donde se crió Oliver Twist.
Las chicas
que rodean a James Coburn
Pero no
las novias de Fu-Manchú.
Casarse
con Michelle Pfeiffer en persona
Divorciarse
si se convierte en Lina Morgan
Los hijos
de Matar un Ruiseñor, me van
Que no sean
como los de la familia Trapp.
Trabajar
en Ringlind And Bros. ¡qué guay!
Y aquí­ estoy
en el puente sobre el rí­o Kwai
Soñar
con Mary Poppins en su tiovivo.
Despertar
si te atacan los cuervos de Hitchcock
Acabar
como en Duelo al Sol Gregory
y no en la cuneta
como Cruella de Vil.
Querí­a mi vida
en technicolor,
pero me fastidia
saber que así­ soy:
Con la labia de Harpo,
el aplomo de Lewis,
el ingenio de Abbott,
el andar de Chaplin,
la dureza de Woody,
de Karloff el mirar,
el tipazo de Oli,¿la elegancia, dirán?
¡La de Mario Moreno
no podí­a fallar!
***Oz ©

A Su, para que se rí­a un poquito de los planes.

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