Buenos días me dices en cuanto llego,
y yo te digo, hermosa, que no te fíes,
que hay negros nubarrones, que no lo creo.
Pero no sé qué pasa cuando sonríes
que hace buen tiempo.
Porque cuando vienes todo lo alegras.
Y si no vienes…
esas nubes se ponen como sartenes.
así de negras.
Buenos días, y así, tan simplemente
descorres los visillos, el sol entra
y la penumbra triste en que me encuentra
la llena con su luz tan de repente.
Apenas llegas tú, apenas vienes
las hormiguitas que estaban hibernando
se ponen en hilera y van cantando;
un periquito canta y se entretiene,
el gato ronronea
la vecina de arriba canturrea
Y no hay algarabía que no suene,
hasta yo echo a silbar con alegría
porque me has deseado los buenos días.
Con tu saludo, no sé de qué manera
el frío y la negrura se van fuera.
le diré al calendario que no es cierto:
no es invierno, verano o primavera,
hace tiempo de ti, hace buen tiempo.
Tomás Galindo ©
¡Buenos días!