Jeeves (y otros) de P.G. Wodehouse


-Caramba, Jeeves, es un compromiso eso de describir uno de los libros que escribió el tal Wodehouse sobre usted.
-Lo lamento mucho señor, ese hecho es algo que excede mis competencias.
-No es como si tuviera que vender sus excelencias para colocarle en casa de algún otro caballero, se supone que he de describir sus méritos y su comportamiento, y aunque lleva usted varios años a mi servicio, y reconozco que ha conseguido evitarme algunos daños memorables; como cuando quise casarme con aquella Gladys que coleccionaba mastines, o cuando me empeñé en llevar un chaleco verde con cuadros morados a las carreras de Ascot, no todo serí­a poner guirnaldas a su paso, Jeeves.
-Sirvo al señor lo mejor que sé, señor.
-Ciertamente un valet de chambre como usted es el contrapunto ideal para un joven licencioso y dado a la molicie como yo en estos tiempos victorianos que corren y en este imperio británico. Ya ve, un socio del «Club de los Zánganos», tan selectivo, ha de mantener una cierta imagen de disipación y vacuidad. No quiero que me confundan con uno de esos petimetres de la city. Hay que vivir la vida, Jeeves, es un consejo que le doy. ¿Tiene ya ese té y esos sandwiches de pepino, Jeeves?
-Sí­ señor, me he permitido añadir un trozo de tarta de la cocina de mistress Travers.
-Ah, excelente idea, Jeeves. ¿Está usted en buenos términos con el cocinero francés de mi tí­a Dahlia, o más bien le atrae a su cocina cierta criadita de la casa?
-Ciertamente una visita a Brinkley Court en mi tarde libre no carece de atractivo, señor, monsieur Anatole es un generoso anfitrión en el ala del servicio, y la presencia de la doncella a que se refiere el señor contribuye a estimularme a frecuentar aquella mansión.
-Sé a lo que se refiere, Jeeves, yo mismo me he visto en algún momento de mi vida interesado por una cara bonita. Vaya con cuidado, Jeeves, suelen ocultar pérfidamente los más ingeniosos mecanismos a fin de acabar con la vida bohemia, feliz y despreocupada de los más cándidos solteros. Desdichado el que sucumbe bajo sus garras enguantadas en fina seda.
-Agradezco mucho su advertencia, señor.
-¿Ve, Jeeves? No siempre va a ser usted quien me saque de los más endiablados enredos con su portentoso ingenio
-El señor me honra con sus comentarios.
-Jeeves, esa mención al cocinero de mi tí­a me ha hecho recapacitar. Desearí­a volver a probar esa deliciosa críªme boullabaise, y el gigot d’agneau au vin, ah, y su glorioso canard í  l’orange. ¿Usted cree que la vieja bruja habrá olvidado ya que teñí­ a su perrito faldero de azul?
-Lo considero muy probable, señor, ha llegado a mis oí­dos que la prima del señor, la señorita Travers fue sorprendida carteándose con un caballero yanqui, lo que ocasionó no poco revuelo entre sus mayores, por lo que aquel pequeño descuido habrá cedido su lugar en la memoria de su tí­a a preocupaciones más inminentes y perentorias.
-Ah, mi dulce primita siempre tan dí­scola. No se hable más, Jeeves, meta el cepillo de dientes en una bolsa y partamos en busca de tan sabrosas viandas. ¡Todo sea por la familia, Jeeves!
-Sí­, señor

5 respuestas a «Jeeves (y otros) de P.G. Wodehouse»

  1. Hablando de Jeeves,Woosters,Tí­as Agathas,sobrinas bellí­simas casaderas enamoradas de jóvenes sin fortuna,cuyas futuras suegras tienen aspecto de cocineras…¿Alguien querrí­a formar un club de fans de P.G.Woudhouse en la red o bien bajo otros soporte?

  2. Si ya está creado en España…¿me querriaí­s referir los datos?.Tengo por sabido que ya existen en la mayor parte de Europa(balcanes incluí­dos),pero no todaví­a aquí­.Muy agradecida por todo.

  3. Cuánto me he alegrado de encontrar españoles amantes del genio de Wodehouse. Lo que es de sentir es que no haya novelas suyas en la red (salvo las antiquí­simas de principios del Siglo XX cuyos derechos de autor han caducado, y en inglés). Tan es así­ que me he sorprendido alguna vez pensando que debí­an estar haciendo Emsworth y su pandilla en estos momentos. Su mundo es intemporal, una especie de limbo donde suceden demasiadas cosas, gracias a Dios que intranscendentes y divertidas.
    Aislado, me he puesto a escribir, por entregas, unas aventuras nuevas de Ickenham, Emsworth, Dunstable, Lady Constance y, claro, de la Emperatriz. Para divertirme yo y de paso, suministrar material (éste de tercera) a los amigos de P.G Wodehouse. Si alguien quiere echarle un vistazo, está en http://insecticida10.blogspot.com, o se puede llegar a él desde http://robsy10.blogspot.com
    Decid si se hace o no el Club de Wodehouse.

  4. Hola miquel:He intentado conectarte para leer tus interpretaciones de nuestros amados ladies Constances,la emperatriz (crucial en la vida de lord Emsworth) y demás creaciones de Woudhouse pero no lo consigo.¿Querrí­as reescribir tu dirección?.
    Otro tema:He leí­do unos veinte libros de Plumbie (Woudhouse)todos ellos de compactos Anagrama,¿existe alguna otra editorial que los haya publicado en español?.
    Muchas gracias.
    Imogen.

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