Está noche es que invita a ser soñada.
¿Alguna vez has visto tanta estrella?
Allí, sobre mi dedo ¿ves aquella?
Hay algo de su brillo en tu mirada.
No pueden ser aquellos astros fríos
que nos dicen venir desde tan lejos.
Son miradas de amantes. Un espejo
de ojos con el amor que hay en los míos.
Hay matiz de lucero y resplandores
de cantarina chispa en tus enojos.
Nada hay mejor que ver arder tus ojos
para entender la noche y sus fulgores.
¡Una estrella fugaz! ¿Has visto eso?
Pues como esa voluta de luz pura,
ese temblor tenías, criatura,
en la primera vez que te di un beso.
Ese vibrátil, diamantino manto
¿tu pálpito no copia en su murmullo?
Tiene la noche, amor, algo tan tuyo…
Abrázame. Ven. Te quiero tanto…
Tomás Galindo ©
Es un hermoso poema, gracias por no dejarnos sólo con tu lado hirsuto e irónico.
Qué bello, es de los poemas que se leen en un susurro. Precioso!