Yo es que soy nuevo
La piscina de papá
Lo cual que iba yo en el bus, poquita gente, menos mal, con una madre y una hija en los asientos de delante. La madre joven y la niña de las de dedo en la nariz y lazo rosa en la cresta, de esas que un día aprenden a hablar de sopetón y no paran ya nunca. Llueve, apenas se ve tras el cristal, pero la nena atisba un gran edificio de oficinas en una plaza por la que pasamos y entusiasmada, agarra a su madre levantándose para seguir viendo el edificio y exclamando:
-Mira, mamá, la piscina de papá.
-No, no, ahí está la oficina de papá.
-Sí, sí, la piscina de papi.
-Oficina.
-¿Oficina? ¿No es la piscina?
-No, es una oficina.
-¿Y qué es una oficina?
-Un sitio donde hay muchas mesas con señores trabajando.
-¿Entonces papá no tiene una piscina?
-No, cariño, es una oficina y ahí trabaja papá escribiendo muchos papeles.
-Oh… yo creí que tenía una piscina y que un día me iba a llevar. -Dijo la niña ya haciendo un pucherito, toda acongojada de pena-
-¡Ay mi amor!
-¡Buaaaa!
Y yo detrás poniendo cara de póquer y sin saber si partirme de risa o echarme a llorar, porque la niña desilusionada daba auténtica pena. Es lo que tienen los niños, que se desilusionan de tantas ilusiones como se hacen.
Bueno, menos la de los reyes magos ¡esa dura!
La solución a la crisis
O: Monólogo del taxista que se quedó sin propina
¿Le llevo por la estación…?
No, que hay manifestación,
y por el ayuntamiento
siempre hay embotellamiento,
que sea lo que dios quiera,
iremos por la ribera.
Es que España va fatal.
¡Que venga mi general!
España, que fue un imperio
do no se ponía el sol
es ahora un putiferio
cuesta abajo sin control,
pero yo tengo el remedio
que acabe con este mal:
¡Que venga mi general!
¡Y ese que se me echa encima…
conducen que me da grima,
mujer
tenía que ser!
Que venga, que a este burdel
en que el país degenera
le ponga nuestra bandera
y lo convierta en cuartel.
Que la gente ya está harta
de andar tras de una pancarta
protestando
y considera mejor
andar detrás de un tambor
desfilando.
¡Qué bien andaría todo
si viviéramos al modo
militar!
donde yo soy el que ordeno,
los demás lo dan por bueno
y a callar.
Esto es un caos total…
¡Que venga mi general!
…Y ese haciendo la pirula
¡Ande vas cacho de mula!
y el guardia que no le ve…
¡Ande te han dao el carné!
A aquellos que enhoramala
ganaron las elecciones
los pongan a pico y pala
por gorrones.
Y en lugar de concejales,
origen de tantos males,
todos viviendo del cuento
¡se pone al mando un sargento!
que eso de la democracia
tiene un fallo garrafal
que nos sume en la desgracia
¡que la gente vota mal!
que dejar que el tonto vote
cuando los inteligentes
somos mucha menos gente,
es dar el gobierno a un zote.
¡Cese el timo electoral!
¡Que venga mi general!
¡Usa los intermitentes!
…y luego que hay accidentes.
Accidentes aún hay pocos
porque es que van como locos.
Gobernando con firmeza
hará que todos se porten,
y con algunas cabezas
que se corten…
Y todos al mismo paso
alegre de la paz
la España del fracaso
haremos eficaz.
Menos llenarse la boca
con esa idea loca
de ser libre
si luego te la hinco
con un cuarenta y cinco
de calibre.
Si gana la derecha
sale España maltrecha
y si la izquierda
se va a la mierda.
y como yo soy neutral…
¡Que venga mi general!
Esos de las bicicletas
esos sí que tienen jeta.
¡Que hay que mirar a los lados,
atontados!
Oh, qué placer, qué delicia
que gobierne la milicia
con ese guante de hierro
en esa mano de seda
con rectitud y sin yerro
que nos metan en vereda.
Habrá rancho para todos
para todos uniforme
y aquél que no esté conforme
se conformará, que hay modos,
de conformar a cualquiera
y de más de una manera.
¡Luego dicen del caudillo,
y del firer y del duche,
pero les llenaba el buche
y no habia tanto pillo!
Por eso encuentro normal
que venga mi general.
Aquí ya se baja usté,
muchas gracias… no hay de qué.
Tomás Galindo ©
Heavy Metal
porque no todos los amores se pueden plasmar en una balada romántica
porque no a todas las mujeres se las conquista cantándoles bajo el balcón
porque no todas las desgracias se pueden escribir con buena letra
ni se puede recurrir al minué cuando el cuerpo te pide agitación
por eso dios inventó el jevi metal
dios y black sabbat
dios y jimi hendrix
dios y judas priest
hay un mundo de buenas palabras y de malas obras
donde el metal es escudo y es espada
refugio en la adversidad, venda en el dolor y puño en el rostro del perjuro
hay un mundo de tibios y de grises y de sombras fantasmales
de nieblas y opacidad, de silencios y dedos en los labios
un mundo desdibujado
pero el metalero es, ya lo creo que es, es firme y verdadero
de carne y hueso, de cuero y chapa,
y su silueta negra se recorta en el horizonte como el lobo aúlla a la luna
por eso dios creó el jevi metal
dios y sepultura
dios y led zeppelin
dios y pantera
y mientras unos enmudecen, mientras los tres monos,
el que no ve, el que no oye, el que no habla
se enseñorean del mundo
rugen las guitarras, truenan las baterías, hablan las gargantas
y la vieja bandera pirata ondea en nuestros pechos
contra el silencio cobarde, contra la ley del poderoso, contra la resignación
por eso dios creó el jevi metal
dios y manowar
dios y alice cooper
dios y megadeth
unos miran cómo crece la hierba bajo sus pies y otros pisan con sus duras botas
adelante en el camino, cansados, doloridos, sonrientes
con la alegría del que cumple y el surco en la frente de lo que cuesta
viviendo al día, únicos, mezclados, distintos, unidos por una música
que haga cantar los corazones y suene como el trueno en la tormenta
rompedor, reluciente, como el trueno potente y viva
que sacuda las iglesias de la falsedad y los palacios de los impostores
por eso y para que fuéramos jóvenes hasta el fin de nuestros días
dios creó el jevi metal
dios y maiden
dios y metallica
dios y ac/dc
huele a gasolina y a goma quemada mientras avanzamos
Tomás Galindo ©