Se ve que vivimos inmersos en una rutina que enfada, desgasta y atenaza los ánimos, de suerte que necesitamos que pasen cosas que la alteren. Lo que sea, pero que pase algo. Ayer asistí a los primeros anuncios de colonias en la tele, o sea, fragancias que se dice ahora, preludio inacabable de un latazo que nos acompañará hasta el mismísimo día de Reyes del año que viene. La navidad hay que anunciarla cuanto antes, porque las etapas intermedias entre fechas que se salen de la norma hay que apurarlas al máximo. Así vamos brincando de Reyes al carnaval, de ahí a la semana santa, de ahí al veraneo, las fiestas patronales, los puentes, hasta el de la consti, y por fin de nuevo, navidad. Por cierto que, como Todos los Santos es una fiesta triste y aburrida, está ganando adeptos a matacaballo la fiesta de jélogüin, mucho más diver, también la están anunciando ya, un mes antes; hay que empezar a comprar máscaras, disfraces y chucherías. El corty cada vez anuncia antes cualquier cosa que anuncie, y nosotros mismos hablaremos del invierno en noviembre, aunque no empiece hasta que casi acaba el año. El caso es olvidarnos de que es martes, o jueves, o lo que sea, de un triste octubre a mitad de camino de ninguna parte, trabajando, estudiando, aburriéndose, y pensar en que estamos tomando carrerilla para alguna diversión que nos depare el futuro.
Y esto es sólo la parte menos significativa del asunto. La otra es que anhelamos noticias fuertes, vivencias fuertes. Que alguien vuelva a invadir un país en directo, como Irak mismo, para poder verlo por la tele con el culo prieto, por ejemplo.
Viene todo esto a cuento de lo que oí a unos viejos hablar, uno decía que tenía que triunfar la política nacionalista a ultranza del PP y meter en la cárcel a todos esos batasunos, peneuvistas, los de esquerra y a los rebeldes y desobedientes, y si hacía falta, mandar los tanques a patrullar por las ramblas o ría arriba, ría abajo. Y el otro le contestaba que sí, que eso mismo, y que si no, que se rompiera la bajara y se cambiara la constitución y se hiciera una república federal y cada autonomía por su lado de una vez. ¡Les daba lo mismo! Cualquier cosa menos la política rutinaria, la falta de noticias sabrosas, y que el gobierno contemporice y contemporice sin romper ni cambiar nada. Les traía al fresco lo que pasara siempre que no siguieran en este impás, que dicen los franchutes.
El personal está más por la acción, por lo vistoso, que por la reflexión y su lento devenir. Algunos, ya se sabe, se meten con el coche por dirección prohibida para que les muerda la adrenalina, y sin preocuparse de que pueden matar a alguien, o darse la gran hostia o ambas cosas. Es peor aún cuando en vez de ser algún memo por su cuenta, o cuatro gamberros, son grupos sociales organizados. Y todo por matar el gusanillo. Lo malo del bienestar y el primer mundo es que aburren, habría que buscar un jobi a la sociedad civilizada para que no nos dediquemos a joder la marrana. Los chinos, tan sabios ellos, y con tantos miles de años muriéndose porque no había arroz para todos, tienen una maldición muy inteligente: Ojalá vivas tiempos interesantes.
ja!
venite para Buenos Aires, es turismo aventura 😉