Refraní­stica parda

Año de nieves, año de resbalones. 

Leyendo el otro dí­a a la niña Candy, me divertí­ un rato con unos refranes cultos que poní­a en su blog. Y dándole a la cosa del refranero, y repasando un poco, me di cuenta de que muchos de ellos están, sin duda, equivocados. Y no, no me refiero a los atmosféricos, que esos ya no guardan ni relación con el tiempo que hace ahora en esta época de cambio climático. Me refiero a los refranes de andar por casa ¡qué cúmulo de inexactitudes, de yerros, de engaños! De ahí­ que me haya decidido a poner alguno, sólo alguno, como deberí­a estar expresado, y no como lo está ahora erróneamente.

Helos:

A buen entendedor, que se meta a criptógrafo.
A buen hambre… no hay buen hambre, coño.
A donde fueres, haz lo que sepas.
A enemigo que huye, pedrada en el cogote.
A la cama no te irás, sin hacer pis.
A la vejez, achaques.
A las diez (de la mañana) en la cama estés.
A perro flaco, talla pequeña.
A quien Dios no le da hijos, el diablo le da hijas.
A quien Dios se la dé, gástesela, que son dos dí­as.
A quien madruga, que traiga churros.
A rey muerto ¡república!.
A rí­o revuelto, puente de plata.
Agua corriente no mata a la gente que no pilla.
Agua que no has de beber, ponla a calentar y lávate los pies.
Al mal tiempo, gabardina.
Al que le pique, antihistamí­nico.
Antes se coge al cojo que al mentiroso (si lo sabré yo…)
Año de nieves, año de esquí­.
Aunque la mona se vista de seda, tú de algodón, que es más barato.
Ave que vuela se salva de la cazuela.
Busca los tres pies al trí­pode.
Cada loco con su cartilla del seguro.
Cada maestrico tiene su wikipedia.
Cada mochuelo a su hotel para mochuelos.
Contigo pan y jamón.
Crí­a cuervos, y tendrás una cuerverí­a.
Crí­a fama y serás famero.
Cuanto más tienes, más te quieren.
Dame pan y dime listo.
De grandes cenas están las tripas llenas.
De la mar el mero, y de la tierra el dinero.
De lo que se come se caga.
De perdidos, al Google.
De poetas y de locos todos tenemos algún pariente.
De tal palo tal carta al tute.
Del agua frí­a el gato friolero huye.
Del viejo, la herencia.
Dentro de cien años, todos centenarios.
Dí­as de mucho, ví­speras de vaya usté a saber.
Dime con quién andas y te diré acompañado.
Dime de qué presumes y te diré presumido.
Dios aprieta pero no ahoga, estrangula.
Dios los crí­a y ellos también crí­an.
Divide y podrás repartir.
Donde comen dos se quedan con hambre tres.
Donde hay patrón no manda marinero, sino patrona.
Donde las dan, ya no las tienen.
Donde menos se piensa, allí­ hay polí­ticos.
Donde pone el ojo pone la gafa.
Dos cabezas piensan mejor que una comisión.
Dos no riñen si uno no quiere, salvo que haya abogados por medio.
Dos son compañí­a, tres son compañí­a y media.
El casado cama quiere.
El hombre y el oso, cuanto más feo, peor.
El ojo del amo mira al caballo.
El que no corre, va más lento.
El que llora, no mama: llora.
Entre colt y colt, caoboy.
Febrerillo loco, marzo ventoso y abril lluvioso, hacen la puñeta un poco.
Gato con guantes no sale en cuento, es con botas, hombre.
Hablando discute la gente.
Hasta el cuarenta de mayo no es el nueve de junio.
Hay que hacer de tripas cuerdas de guitarra.
Hay que predicar con el altavoz.
Jaula abierta, pájaro libre.
Juntos, pero no separados.
La buena teta en la mano quepa o no quepa.
La excepción invalida la regla.
La mancha de mora con detergente se quita.
La mujer y la sartén colgadas del cuello están bien.
La necesidad es madre de la necesidadita.
La ocasión la pintan al óleo.
La salud no tiene precio, lo que lo tiene es la enfermedad.
Lo bueno si breve, peor, mejor que dure ¡hombre!
Lo cortés no quita lo caliente.
Lo importante no es vencer, sino machacar.
Lo prometido es promesa.
Los ojos son el espejo del nervio óptico.
Los últimos serán los que cierren.
Madre no hay más que 2.814.684.512. Exactamente. A dí­a de hoy.
Mal de muchos, estadí­stica.
Mala hierba nunca fumes.
Más vale pájaro en mano que patada en las narices.
Mucho ruido y pocas ganas de oí­rlo.
Muchos pocos hacen un pocón.
Nadie sabe lo que tiene hasta que hace inventario.
Nadie se acuerda de Santa Bárbara hasta que hace memoria.
No creo en brujas, pero es porque no hay.
No dejes para mañana lo que pueda hacerte otro.
No hay mal que por bien compense.
No hay mujer frí­a, sino poca calefacción.
No se ha hecho la miel para la boca del diabético.
No se puede nadar y guardar la ropa seca.
Ojos que no ven, tropezón que te metes.
Perro ladrador, poco se le aguanta.
Quien a buen árbol se arrima ¡cuidado con los pajarillos!
Quien avisa no es traidor, sino avisador.
Quien bien te quiere te hará feliz.
Quien canta, su mal reparte.
Quien de joven no trabaja, de viejo duerme descansado.
Rectificar es de equivocados.
Sarna con gusto, sarnagusto.
Sobre gustos hay montones de escritos.
Tiran más dos tetas que una teta.

Tomás Galindo ®

5 respuestas a «Refraní­stica parda»

  1. No es tan fiero el león como dos leones.
    No se puede estar en misa y replicando.
    Son lentejas, si quieres las comes y si no, te pides otra cosa.
    ¿No quieres caldo? Pues tómate un gazpacho.
    En el amor y en la guerra, hay una «a»

  2. Y desde luego:
    Predicar en desierto, cuidado con la arena que se te mete en los ojos.

  3. Ande yo caliente y los demás que cojan frí­o
    Más cornás da la vaquilla
    No hay bien ni mal que dure ni cien ni doscientos años
    Atan perros con chistorra (que está más rica)
    Sobran las palabras (y se cortaron la lengua)
    Vale más una imagen (y si es un posado desnudo robado de la Pantoja más) que un montón de palabras en papel couché.

    Uy, como siga esto es un no parar…

  4. JAJAJAJAJAJAJAJAJAAJAJAJAJAJAJAJAJJAJAJAJAA!!! Me quedo con tu refranero sin dudarlo ni medio segundo vamos!!!!

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.