silencio

yo te enseñaré silencio
silencio vivo de gota que cae sobre musgo
del lapso cuando ves el rayo
y aguardas y aguardas sin respirar a que se rompa
silencio de ave contra el azul callada
como una cuchillada al agua
yo te daré silencio en humo
que sale de la casa y se disipa
la casa silente en la pradera quieta
y quietos los gorriones en el cable
y quieta la presencia de la nube
así­ como no suena la mirada
ni la hoja que vuela hasta tu falda
y se queda allí­ junto a tu mano tu peine tu espejito
tu rojo de pasión en la sonrisa
yo paso por detrás y tú me miras
el resplandor del sol me da en los ojos
y me fusilas con luz y no me muevo
callado tras de ti
parece haber un hilo de tus labios
rojo pasión
a mis ojos
rojo pasión
luego en silencio
a qué decirnos
lo que las manos hablan locuazmente
tu pelo en la almohada se derrama
con menos estridencia que la nieve
sobre la hierba verde de febrero
para quien no tenga el don del oí­do
tu pelo en la almohada será un estallido
lo vivirá como un latigazo
para un ciego no será ninguna cosa
y para mí­
tu pelo en la almohada es una gota
de tinta que en la nieve cicatriza
y todo ese silencio sólo rompe
el estallido leve de una pompa
de jabón cuando me froto
tu rojo de pasión sobre mi cuello
.
yo te enseñaré silencio
otro dí­a otra hora otro minuto
otro silencio que no sea
esta tormenta esta explosión este aleteo
otro silencio te diré que no me suene
como este corazón que sobresalta
a todos cuando paso
y que se miran incrédulos buscando
ese fuego de artificio
esa campana oculta
ese bombardeo.
Tomás Galindo ©

7 respuestas a «silencio»

  1. Qué comentarios para un poema tan lindo.
    Te pido disculpas por ellos y dejo un poquito de silencio como estela.

  2. El silencio a veces es la balsa donde se refleja el dolor, tiene que ser muy profunda para poder abarcarlo. Gracias por tu palabra, maestro.

  3. Soy la de antes, se cortó, snifs. Yo, por fortuna, tengo a quien me escucha, tiene los ojos tan negros y profundos que bien podrí­an llamarse la Laguna Negra de nuestra bella Soria, claro que no lo entenderí­a, todaví­a está estudiando pre-humano. Besicos

  4. guauuuuuuuu

    Tu poema es magní­fico…gracias…… El silencio es el peor de todos los miedos.

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