El siglo de las luces


-¿Realmente pasará a la historia con ese nombre? Es el que le pusieron a principios de siglo, acordaos, cuando las ciudades empezaron a tener iluminación nocturna, gas, bombillas, el inicio de la industrialización que empezó a asomar en el XIX. Pero han pasado tantas cosas en ese siglo que lo de las luces quedará en lo anecdótico y no en lo histórico.
-Seguramente, yo más bien me inclino a pensar que el siglo XX será conocido en la posterioridad como el siglo de la inteligencia artificial. La invención del ordenador, ese es realmente el gran hito de la humanidad -A mi amigo Pepe le gusta usar de palabras grandilocuentes, como hito o humanidad- Ha sido el impulsor de todo lo demás, el byte, el procesador. Ese ha sido el gran cambio del siglo.
-Pues fí­jate que yo no creo que fueran tan descaminados con lo de las luces -Y a Marcelo lo que le gusta es llevar la contraria- Al fin y al cabo el procesador nada de nada si no se hubiera extendido el uso de la electricidad. Antes de la gran red de ordenadores fue la gran red de enchufes.
-Eso, eso, la red -terció Amadeo, que era el cuarto en la partida- dejaos de bytes y procesadores, eso sólo son herramientas, lo realmente importante del siglo ha sido el establecimiento de la red mundial, de internet, del concepto de aldea global. Eso era algo impensable, estar en contacto en el momento con cualquier parte del mundo, saber ahora mismo lo que pasa en Nueva Zelanda. Fijaos que las influencias más grandes en las idas y venidas de los pueblos vienen de su propia historia, a uno antes le influí­a su abuelo; ahora no, ahora nos influye más lo que viene del Japón que lo que viene de lo que hicieron nuestros mayores. Antes no se tení­a conocimiento de lo que pasaba en otros pueblos, ahora sí­. La globalización es lo que marca definitivamente el siglo XX.
-¿Me vais a dejar hablar? -dije ya en tono definitorio- Yo pienso que tenéis y no tenéis razón, todo eso que decí­s es importante, pero pienso que el descubrimiento del siglo no es el ordenador, ni el acercamiento entre los pueblos, ni la luz, no. El descubrimiento del siglo XX es la mujer. Hasta ese siglo la mujer apenas era un comparsa en los devenires del mundo, era la esposa, la madre, el ama de casa, poco más. En este siglo ha adquirido personalidad propia, se ha escindido, o empezado a hacerlo, del hombre. La humanidad ha empezado a recuperar en el siglo XX a la mitad de sí­ misma. Es en este siglo cuando la mujer ha dejado de ser la paridora de hijos, la compañera del hombre, el cero a la izquierda, para tener entidad propia, voto, decisión, peso en la sociedad y la historia. El siglo XX es, definitivamente, el siglo de la mujer.!
-¡Mirá, dejí te de fregar con que si las minas hemos conseguido esto y lo otro! Qué panda de pelotudos, si eso fuera verdad yo estarí­a jugando con vosotros y vos andarí­as en la cocina. ¿Te venés conmigo, eh? Manga de boludos. Dejí te de milongas, el siglo XX ha sido un cam-ba-la-che, que ya lo dice el tango. Y no pensés, que si pensás luego te da jaqueca y le echás la culpa a que has tomado mucho, y es de pensar. Vos poné la mesa, vos Pepe, cortá pan, y vosotros dos vení­s conmigo a sacar el asado. ¡El siglo de la mina… lo que tiene una que oí­r

¿Y tú, qué piensas?