¡Fotosó fotosó!


El fotosó no sólo abre un mundo de humor y de ironí­a, de burla propia y diversión, también te hace a veces ponerte serio y especular. ¿Cómo serí­as si no fueras como eres? ¿Cómo te gustarí­a ser? Curiosamente, cuando sugiero a mis ví­ctimas que elijan el tipo de montaje que quieren, suelo decirles: gracioso, infantil, sexi, descarado… Siempre eligen algo muy descarado. Aunque luego no se atreven a exhibirse así­. Estos son algunos montajes de los más decentitos.
Avatares

Tratamiento gráfico de los sueños con Photoshop


Cosa rara rarí­sima hoy he soñado. No es que crea que no sueño a diario, ya sé que todos soñamos cuando dormimos, pero unos recuerdan luego los sueños y otros no, yo soy de los últimos. Realmente, no recuerdo qué he soñado, pero sí­ se me ha quedado algo, un episodio de la ensoñación, quizá porque incluso dormido me ha chocado, o me ha hecho gracia. Yo estaba en uno de esos sueños de marcianos, o de romanos, o de vaqueros o vaya usted a saber; un sueño, tonto y desbaratado como todos los sueños, pero hete aquí­ que tení­a, yo, una casa demasiado pequeña y fea para mí­, o para mi estatus o para mi gusto. ¡Ah, fácil, eso de la casa pequeña y fea se arregla fácilmente! ¡Con el Photoshop! Que mi casa no me gusta, pues nada, cojo el fotosop y zas, herramienta Imagen, tamaño, sesgar, zas, ya está grande la casa. Y ahora, con el dedo, la herramienta de clonar, hallar bordes, difuminar… unas ventanas aquí­, ese balcón más grande… hecho. ¡Vaya diferencia de casa! Lo que hace el fotosop. Y a seguir con mi tonto sueño, pero esta vez con una casa como dios manda. Qué serí­a de mí­ sin el fotosop. Siguiendo con lo tonto del sueño… igual tendrí­a que haberme puesto a inflar la casa como un globo, o a pintarla con pinturas de la pajarita… mucho más cutre. Ah, fotosop, fotosop, que hasta en lo oní­rico te haces imprescindible…
Ya sabéis, si tenéis problemas en el tratamiento gráfico de vuestros sueños, que soñáis en blanco y negro… que tenéis sueños neblinosos… que os asaltan sueños llenos de caras feas… ¡recurrid al fotosop oní­rico y mejorarán… visiblemente!