Historia de un amor (centón musical)

Andaba yo el otro dí­a haciendo una lista de canciones para El Túnel del Tiempo y salió una historia de amor…

En una calle cualquiera -Carmen Sevilla
A la Palida Luz de la Luna -BonetSanPedro
Yo Se Lo Pedi A Una Moza -Jota
Una y otra vez -Marcela Morelo
Porque la querí­a -J.M. Serrat
Ella se va -Dúo Dinámico
Y yo sigo aquí­ -Paulina Rubio
Acalorado -Fórmula V
Con La Mano Entre Las Piernas– El Gran Wyoming
Arriba y abajo – Coyote Dax
Qué mala suerte -Hernán Figueroa
En mi soledad -Linda Ronstadt
Sólo querí­a sexo -Zimm Morris
Me cansé de rogarle – José Alfredo Jiménez
Ay, Cosita Linda – Nat King Cole
Bésame mucho – Los Paraguayos
La banana -Silvia Tortosa
Que no se me baja -Ricardo Montalbán
Ven devorame otra vez -Lalo Rodrí­guez
Cuando – José Guardiola
Ella, la que se fue -José Alfredo Jiménez
Me lo dijo -Bobby Capó
Así­-Libertad Lamarque

No, Nanay -Las Grecas
Que no me da la gana -Melody
Me gusta todo de ti (pero tú no) -Serrat
Eres tonto -Lolita Garrido
Ahora soy mala -Olga Tañón
Vete -Los Amaya
Se acabó -Marí­a Jiménez
Yo vivo mi vida – Leo Marini.
Me lo hago sola -Amparanoia

T’has pasao -Manolito Royo
Mala mujer – Willie Rosario
A mí­ con esas -Los Brincos
Si tú te vas -Paulina Rubio
Yo se que volverás – Luis Miguel
Cabecita loca -Carmen Sevilla
No me amenaces -Lucha Villa
Ya no vuelvo a molestarte -Juan Gabriel
Un muchacho como yo -Palito Ortega
Estoy de vuelta -Hernán Figueroa
Yo soy el aventurero -Pedro Infante
Todas las chicas me gustan -Raphael
Son como las cerezas -Los Bocheros
Es muy Fácil – Los Mitos
Soy Tremendo -Los Sirex
Ahora Que Soy Libre -Maria Marta Serra Lima
Para hacer bien el amor -Rafaella Carrá
A lo loco – Luisa Linares y Los Galindo
Y -Los Sabandeños
A Ti Mujer – Braulio
Que te vaya bonito -Marí­a Dolores Pradera

(Pero anoche en la playa -Pino Donnagio
Qué bien -El Titi
Locomí­a – Locomí­a)

Chuntachunta


«No me vayas a engañar, di la verdad, di lo justo, que a lo mejor yo te gusto y quisás es bien para los dos…» Estaba yo oyendo a don Antonio cuando de repente me sacude un golpe de chuntachunta discotequero, un chorro de decibelios que subí­a de un coche justo debajo de mi ventana. No era música, era sonido. Eso es, me dije: no es música, sino sonido. O sea: lo que se oye ahora en las discotecas es sonido no armónico, con el fin de impactar, de mover, de provocar en la mente, mediante el sólo impulso fí­sico del sonido, creando un vací­o de pensamiento. Que el ruido no deje pensar. Si a ello unimos los movimientos espasmódicos y sincopados que se ven impelidos a realizar los afectados por la desproporcionada onda sonora, nos encontramos con la gente en un estado de nirvana ficticio, de no ser, un estado de ausencia total de uno mismo provocada somáticamente. La leche. Cada dí­a son menos los temas (ya no son canciones, sino temas) que llevan una letra inteligible. Como mucho son salmodias, sonsonetes, melopeas repetitivas, mensajes que inciden también en el pensamiento a puñetazos, penetrando en el cerebro disparados como balas por esa música horrí­sona. Nada más alejado de la letra dotada de fundamento que se imponí­a entre los jóvenes en épocas pretéritas, como las letras jipis, las de los cantantes protesta o concienciados por tal o cual cosa; cosa con la que podí­as o no estar de acuerdo, pero que te daban en canciones con su exposición, su nudo y su desenlace. Ahora el mensaje es el chuntachunta, es un no en mayúscula y sin más razón que su propia existencia. Por eso los temas no perduran en el tiempo un minuto más del comienzo del siguiente, por eso abundan los diyéis que mezclan a su aire y proporcionan más sonido variado, el personal necesita oí­r más y más temas para pensar que no son idénticos. Porque el ruido es ruido, y su única superación es estar dotado de alma audible. Y no es el caso. El chuntachunta no la tiene, o si la tiene es como la del hormiguero, donde todas las hormigas piensan con la misma cabeza, formando un animal con un sólo instinto y miles de patas.