Tras disertar sobre aquellos oficios, la mayoría hoy desaparecidos, veo que le han cedido el turno a otros de nuevo cuño, pero quizá quienes se dediquen a estos o aquellos sean la misma especie de gentes. Pero investigar, o aun pensar en eso, sería meterme en profundidades que me niego a sondear.
El butanero
El más antiguo y quizá el más esforzado de todos. El butanero es un mozo fornido, acostumbrado a manejar las bombonas con suficiencia y desparpajo. El butanero es un ser mítico que va de puerta en puerta satisfaciendo la lujuria de las amas de casa y, encima, se lleva una propina. Además deja el camión mal aparcado y parece que los guardias le den bula, porque piensan que tiene disculpa con ese quehacer suyo.
El patatero
Es el camionetero por excelencia, con su camioneta llena de sacos de patatas y su altavoz, va pregonando a tanto la bolsa y a tanto el saco de patatas por los barrios populares de las grandes ciudades. Es adalid de la venta sin intermediarios, aunque tiene el inconveniente de que allí deja a la señá María con un saco patatas de treinta kilos, en una esquina, que baratísimo, oiga, pero a ver cómo lo mueve.
El motorrepartidor
Trabaja por cuenta ajena transportando las comandas de los niños de familia pija, los solteros cerriles y las parejas que vuelven a casa y se dan cuenta de que no tienen cena. Coinciden en llegar siempre mucho más tarde de lo que avisaron y con la comida fría y la bebida caliente, llaman a la puerta de al lado despertando al vecino guardiacivil y a su criaturita de cuatro meses, se les ha mojado la caja de cartón aunque no llueva, y cuando vas a abrir la cocacola, salta manchándote las paredes como si hubieras metido la lata en la lavadora. Exige propina, sabe dios por qué… Continuar leyendo «Oficios de hoy»