Dime algo corto y chocante


Se me quejaba un amigo (ya no tanto) de que mis escritos son largos. ¿Largos? Ah, no, eso sí­ que no. Mis escritos pueden ser buenos o malos, pero duran lo que tienen que durar. Lo que sucede es que lo primero que compara uno cuando lee blogs es la extensión de los textos y la foto. Me niego a escribir algo corto y chocante, aun suponiendo que supiera hacerlo.
Desde que la gente tiene enormes facilidades para divulgar lo que escribe, admitámoslo, escribir está de moda. Pero ¿escribir qué? No, una novela es algo muy largo, quién se pone a eso, sólo cuatro profesionales y cuatro pirado. ¿Cuentos? …Psché, los cuentos, ya se sabe, es lo que escribe uno para un concurso o cuando tiene una idea que no sabe desarrollar. ¿Entonces? O poesí­a… o aforismos. No queda otra. Uno, si quiere escribir, y que lo lean, y no aburrirse ni aburrir, ha de dedicarse al pensamiento corto y vistoso. ¡Es como los anuncios de la tele, pero para anunciar tus propios pensamientos! Sí­, copiamos la técnica de los anuncios y vendemos esa idea, ese pensamiento que se nos ha ocurrido, vistiéndolo de colores chillones y dándole un aire divertido. Tenemos una idea y ¿cómo la exponemos para que nos la lean? pues diciendo algo corto y chocante.
Nos estamos dejando atrás el paisaje, el color, a fuerza de contar el extracto de las cosas. Nos estamos dejando la raí­z y el tallo y el pétalo a fuerza de exponer el extracto de la flor. De todos los refranes idiotas que se consideran sabios ninguno es más idiota, falso y mentiroso como aquel que dice que lo bueno, si breve, dos veces bueno. ¡No, coño, no! ¡Lo bueno… que dure, leche! El refrán correcto serí­a, lo malo si breve, mejor.
Mal haya el blog que está propiciando la literatura de corte publicitario, el pensamiento-clip, la filosofí­a de frase de almanaque. Mal haya el blog que poda las palabras hasta dejarlas reducidas al esqueleto de las cosas, porque la cortedad expresiva es expresión de poquedad intelectiva, y pescadilla que se muerde la cola. Cuanto menos piensas menos escribes, cuanto menos escribes, menos piensas. La palabra llama al pensamiento y uno cuando se pone a escribir nota cómo se le van apoderando las palabras y le salen pensamientos que a priori no tení­a.
No me digas algo corto y chocante, dime algo interesante, y emplea las palabras justas, ni una más, pero ni una menos.

Adiós, periodista, adiós…

20 Minutos, periódico en lí­nea
Me parece a mí­ que al oficio de periodista le quedan cuatro telediarios. Con esto de internet se van a ir a hacer puñetas ¡ya era hora! Porque ¿sirve para algo ahora mismo el periodismo? Enterarse de lo que pasa siempre ha sido difí­cil, porque los periodistas se han venido encargando de mostrarnos sólo lo que querí­an y como lo querí­an. Pero ahora se les va acabando el chollo, ahora cualquiera puede dar noticias por internet sin depender de nadie, y pasa con ellas como con las de los periódicos, que te las puedes creer o no. Igual.
La prensa es, en realidad, un invento moderní­simo, traí­do por la industrialización, que vio la forma de matar dos pájaros de un tiro: informar (con los debidos matices), vender un producto, y ganar un dinerillo (esto algo más tarde) con la publicidad. Ah, sí­, que son tres pájaros. Pero lo de informar, caray, fue inventarse la prensa e inventarse la propaganda polí­tica con aires de decencia y de apertura. ¿De verás piensa alguien que la prensa es libre? Recuerdo un comentario oí­do hace unos dí­as, de una fuente bien informada (totalmente), en la construcción, reciente, de un Hipercor, murieron tres obreros. Pues bien, no salió la noticia en ningún medio de comunicación, ni radio ni prensa de ninguna clase, ni un simple suelto en una esquina. Y es que meter en el mismo artí­culo las palabras «accidente», «muerte» y «Corte Inglés» es algo que, simplemente, NO puede hacerse. ¿Por qué no hay programas que traten del mundo laboral? Porque en un momento u otro tendrí­an que ser crí­ticos con los empleadores, y los empleadores son los que ponen anuncios …cuando no son los dueños del medio de prensa. Yo no digo que mientan, o que mientan descaradamente, pero no decir todo lo que pasa y como pasa es dar una imagen falsa de los hechos cotidianos. Hay teles y periódicos que sacan a tal o cual administración según les den o no anuncios. El organismo que les da anuncios sale en la foto, el que no, no. ¿Os imagináis una tele poniendo verde la polí­tica de empleo basura de Mac Donalds, o Telepizza, que no tienen empleados fijos apenas, pese a ser empresas tan fijas, solventes y con tanta demanda? Yo no, no lo imagino. La lucha antitabaquista en USA sólo empezó a asomar cuando, curiosamente, empezaron a prohibir la propaganda de tabacos en prensa, ¡como ya habí­an perdido los anuncios no tení­an con qué amenazarles! Si pasara algo en Coca-Cola.. ¿nos lo contarí­an?
Veo una prensa nueva, compuesta de lo que nos digan fulanito y menganito, y si lo vemos bien urdido, nos lo creeremos. Porque aunque el Banco Tal o los automóviles Cuál tengan a los periódicos por las pelotas, nadie impide a uno de sus empleados, clientes damnificados, enemigos más o menos í­ntimos, o cualquier otro, contar las vergüenzas que sepa de esa gente, para enterarnos. A ver qué pasa cuando ese tipo de noticias molestas se vean en internet y no se pueda evitar ¿o podrán?
Me dijo asombrado un dí­a mi padre: ¿Ah, pero… la libertad de prensa no es que cada cual puede comprar el periódico que le dé la gana?